26/6/11

Los hijos de la Luna




Las utopías perdidas
las tienen en sus bolsillos.
En las manos sus vidas,
más afuera el quicio.
El instinto en la carne
y en el abrazo un amigo.

La música los conmueve,
el alcohol los amontona.
Y Dios no los cría,
el viento no los perdona.
Y les regala tempestades
mojándoles la vida.

El amor los debilita,
el desamor los hizo fuertes.
Como un capricho de Venus,
como la furia entre los dientes.
Buscan algún ser amable
en esta guerra indiferente.

En un gran mar de dudas,
en el botecito de la certeza.
Son los hijos de la Luna
remando contra la tristeza;
con el alma desvelada
y los sueños en la cabeza.