Como un blues triste
fugitivo de una radio,
yo le escapo a tu sombra
y al recuerdo de tus labios
que enloquecen mi desvelo
con recuerdos mercenarios.
Y en el humo de mis cigarros,
en mi noche desconsolada,
las cenizas de tu voz
le conversan a mi almohada
y le repiten un te amo
que perdiste apasionada.
A veces muero por las noches
y me abrazo a mi soledad,
a veces le he contado tu abandono
a mi alma en su funeral
y me convida café frío,
y me consuela para no llorar.
Y no es este un blues triste,
lo triste fue no tenerte acá.
Y ya es tarde para los amantes,
murió la noche y trajo claridad;
y ya no me quedan mas lagrimas
en mi tintero emocional.