8/11/08

Fe de erratas.

Aquel lugar que ya no existe,
todas las cosas que perdimos
recordando que tuvimos valor.

La infancia que se nos prendió fuego,
la realidad que barrió cenizas
junto al miedo y la argumentación.

La indiferencia del olvido,
los tropiezos de la memoria
con recuerdos que no quieren cambiar.

Las madrugadas de esperanza
amanecidas con la derrota
y la utopía vuelta a encajonar.


Ay Dios, que harás con mis viejos amigos?
que permutaron su anhelo divino por no alzar la voz.
Ay Dios, no los juzgues por su fe idiota,
si han bebido hasta la última gota con resignación.

Al niño que pelea en el tiempo
las derrotas no lo envejecen
y es hereje de la conformidad.