Princesita de mis sueños, donde diablos estas?
he dormido varias siestas y no te pude hallar
ni en las paredes donde intente colgar
alguna de mis penas y esta soledad.
He bebido mucho whisky y me he portado mal
con mujeres de mucho rouge y poca dignidad
que elegían saberme disculpar
si me vestía urgente y olvidaba llamar.
Te imagino fuerte y frágil, tímida y audaz,
algo de perra, un poco de gata sin domesticar,
pero tranquila y a punto de estallar,
con caricias que raspen y besos que sepan curar.
Princesita de mis sueños aún estoy acá
escribiéndole poemas a mi soledad,
pero te espero, ya no te tardes más
que tengo un par de besos que podrías estrenar.