8/11/08

Testigo.

De mis madrugadas siniestras,
y mis amaneceres despierto,
de mis cigarros al olvido,
de mi corazón como un desierto.

De mis silencios sin aciertos,
de mi boca y sus errores,
de mis poemas que entristecen
a estos ojos delatores.

De las lágrimas que no ruedan
por mis mejillas sin caricias.
De este mundo despiadado,
y tan repleto de codicia.

De mis labios temerosos
a esos besos con coraje,
de mi alma enloquecida
en este viejo fuselaje.

De las manos que me sangran,
de las cosas que te digo,
del manifiesto de mi vida…
preciosa hoy sos testigo.