Mi corazón es un baldío
lleno de escombros de amor.
No conozco otra forma de enamorarme
que no sea perdiendo la razón.
Mi alma es un hotel barato
lleno de putas sin felicidad.
Tengo que distinguir entre los abrazos
y los atentados a mi libertad.
Mi deseo es un caballo
te podés subir y te puede patear.
Cuando a las caricias les llega el ocaso
hay que amanecer en otro lugar.
Mis labios son un tren con demora,
provocan urgencia e incomodidad.
Los besos que más ricos saben
son los que suelen caer muy mal.
Si las despedidas son despiadadas,
al lobo sólo le queda aullar.