Ángeles sueña con un mundo divino
y se despierta para irlo a buscar.
Maria duerme en su lecho compartido
Y amanece entre pastillas y soledad.
Ángeles espera a su amor verdadero
y en el tintero guarda versos de amor.
Maria finge en la cama con extraños
aunque hace años ya mintió frente al altar.
Es demasiado para dos chicas
tener un alma que cuidar.
Ángeles vive, disfruta cada momento
como el regalo de un chiquito en Navidad.
Maria respira, no le gusta la vida,
solo busca mil maneras de hacerse mal.
Ángeles se muere, Maria agoniza
y no hay remedio, les toco un alma para las dos.
No pudieron “con vivir”,
ahora les basta “con morir”.
